Busquemos Perlas Escondidas de esta semana

✅✅ Busquemos Perlas Escondidas de SALMO 8 – 10 | Semana del 19 al 25 Febrero 2024 ✅✅

Sl 8:3. ¿A qué se refería el salmista cuando habló de los dedos de Dios? (it-1 649).

Hablando en sentido figurado, se dice que Dios escribió los Diez Mandamientos en tablas de piedra, hizo milagros y creó los cielos (Sl 8:3) con su “dedo” o sus “dedos”. 

Del relato de Génesis sobre la creación se deduce que con la expresión “dedos” de Dios se alude a su espíritu santo o fuerza activa, pues se dice que esta fuerza (rú·aj, “espíritu”) estaba moviéndose sobre la superficie de las aguas.

Las Escrituras Griegas Cristianas determinan el significado de este simbolismo, pues mientras Mateo explica que Jesús expulsó demonios mediante el ‘espíritu santo de Dios’, Lucas dice que fue por el “dedo de Dios”.

¿Qué perlas espirituales ha encontrado en la lectura bíblica de esta semana?

Alguien que comete un pecado podría buscar justificaciones. En lugar de abandonar su senda pecaminosa, la persona tal vez diga en su corazón que, como Dios es tan amoroso, bondadoso, misericordioso e indulgente, él ‘ha olvidado, ha ocultado su rostro y ciertamente nunca lo verá’ (Salmo 10:11). Sin embargo, abusar de la misericordia de Dios es un error muy peligroso.

Salmo 9:12. Jehová busca a quienes son culpables de derramamiento de sangre para castigarlos, pero también recuerda el “clamor de los afligidos”.

Sal. 8:3, 4. David no se limitó a contemplar la imponente belleza de una noche estrellada, sino que meditó en lo que las estrellas le enseñaban sobre Dios. Se dio cuenta de lo grandioso que es Jehová. En otras ocasiones, David reflexionó en cómo su cuerpo se desarrolló en el vientre de su madre. Al pensar en ese proceso tan impresionante, su admiración por la sabiduría de Jehová aumentó

Salmos 8:4 nos revela que Jehová presta atención a cada uno de nosotros, mostrando su cuidado amoroso a pesar de nuestras limitaciones e imperfecciones.

En Salmos 9:4, se resalta la soberanía de Jehová sobre todas las cosas al mencionar que se sienta en su trono. La lección crucial es reconocer y aceptar esta soberanía para cultivar una relación con él.

El mismo versículo en Salmos 9:4 nos invita a reflexionar sobre nuestras acciones y motivaciones a la luz de la justicia divina, motivándonos a buscar una vida justa alineada con los principios de Dios.

Salmos 10:2 nos recuerda que, aunque los malvados parezcan tener éxito temporal, enfrentarán las consecuencias de sus acciones en última instancia.

Salmo 10:3 advierte sobre la actitud egoísta del malvado, recordándonos la importancia de mantener un corazón humilde y evitar la codicia.

En Salmos 10:11, se nos alerta sobre el peligro de caer en la incredulidad, lo que puede conducir a la desesperación y alejarnos de Jehová. Debemos confiar en su cuidado y evitar pensar que ha olvidado de nosotros.

Salmos 10:13 nos enseña que nadie puede escapar de las consecuencias de sus acciones, ya que todos seremos llamados a rendir cuentas ante Dios.