Nuestra Vida Cristiana de esta semana ARGENTINA

Nuestra Vida Cristiana | No tenga miedo de empezar conversaciones | Semana del 26 Junio al 2 Julio

¿Cómo le pueden ayudar estas herramientas a predicar informalmente cuando surja la oportunidad?

Tarjeta de presentación: Sí que al ser pequeñas nos entran en la billetera y las podemos tener a mano y también la gente está muy acostumbrada que le dé una tarjeta de contacto así que no genera tampoco demasiado compromiso y las pueden aceptar. 

Sitio web jw . org: Cuando la gente está ocupada es mejor ser breve así que por ejemplo el domingo en la predicación había un repartidor y bueno aceptó esta tarjeta y quizás entré al sitio.

Y esta herramienta nos sirve mucho porque estamos hablando de iniciar conversaciones y quizás estamos conversando muy bien y la persona se tiene que ir porque está en una fila de un banco un supermercado en una esquina y bueno antes de irse ahí le podemos dejar la tarjetita de contacto para que entre al sitio. 

Sí Y más si nos cuesta entablar conversaciones de manera informal es una manera práctica muy sencilla y breve también la he utilizado por ejemplo cuando después que me para la policía me pide todos los papeles para todo en regla antes de irme le dejo la tarjetita para que sepa quién soy y le anoto en mi teléfono atrás. 

Tratados o folletos: La verdad que estos trataditos a los que les cuesta quizás son muy prácticos porque el tratado habla solo porque tiene la pregunta tiene las opciones y adentro prácticamente la respuesta incluso hasta podemos sacar un estudio bíblico con los tratados.

¿Qué tres pasos le ayudarán a empezar conversaciones? 

Sí en el primer paso nos anima a ser amigables pero eso no significa que estando en El Paso uno sea lo primero y lo último que deberíamos hacer sino ser amigables durante toda la conversación, en El Paso 2 nos anima a que no forcemos la conversación sino que dejemos que fluya naturalmente y como tercer paso si hay una oportunidad hablar de nuestras creencias haciendo un comentario sencillo sin darles un sermón.

Y en un principio con nuestros gestos quizás una sonrisa cálida invita a la persona a una conversación y después con nuestras palabras también.